Cala Llentrisca es una de las playas más vírgenes, solitarias y apartadas de la isla. La única muestra de presencia humana que ocupa el lugar son las tradicionales casetas varadero, similares a las que encontramos en Es Portitxol, donde los pescadores guardan sus llaüts, embarcaciones de pesca tradicionales, y que se integran como un elemento más del paisaje.
Cala Llentrisca es una pequeña playa formada por còdols de color tostado de origen natural, como tantas otras playas de la costa suroeste de Ibiza. Con apenas 100 metros de longitud y 10 metros de anchura, generalmente se puede disfrutar de la soledad en este lugar, ya que la frecuencia de bañistas es baja. La playa está orientada hacia levantada y sus vientos estivales soplan habitualmente de mar a tierra con floja intensidad.

El hecho de que la playa sea poco frecuentada se debe a varias razones. En primer lugar, es una cala alejada del circuito habitual de los lugares turísticos. Además, hay que añadir que el camino es largo y el calor puede resultar desalentador para los que buscan la comodidad de alcanzar una playa en pocos minutos. Por último, la orilla se encuentra lógicamente en su estado natural: piedras y restos de posidonia muerta se encuentran en en este tramo de costa. Si vienes a darte un chapuzón, puede que este no sea tu sitio. Por cierto, la altura de Cap Llentrisca provoca que por la tarde la sombra cubra la playa, así que los que se aventuren a este lugar deberán madrugar para disfrutar del día.

Si además de los espacios solitarios eres un amante del buceo, debes saber que Cala Llentrisca es uno de los lugares más recomendables para la observación de los fondos marinos. El agua cristalina de las aguas que bañan esta cala y los fondos rocosos ofrecen todo un espectáculo para los bañistas que acudan con gafas de bucear.

La ruta que debemos realizar para alcanzar Cala Llentrisca constituye una razón más para visitar esta playa, situada en el último punto de una carretera que parte de Es Cubells y que también conduce a Ses Boques, Es Niu de s’Àguila y la Cala d’es Cubells. Como imaginas, no hay ningún tipo de servicio en esta playa, por lo que no debes olvidar el agua si quieres pasar unas horas disfrutando del lugar.

La cala recibe su nombre del Cap Llentrisca, un imponente cabo que hace de frontera entre la costa meridional y la occidental de la isla. Justo a las espaldas de esta playa, se encuentra el imponente macizo de Es Vedrà, un islote que emerge del agua frente al litoral ibicenco a más de 385 metros de altura.

¿Cómo llegar a Cala Llentrisca?
Debemos dirigirnos al pueblo de Es Cubells y seguir el camino que gira a la izquierda justo delante de su iglesia. Si seguimos la carretera, que dejará de estar asfaltada, nos toparemos con una garita que nos corta el paso. Simplemente debemos indicar al vigilante que nos dirigimos a Cala Llentrisca y seguir nuestro camino hasta llegar a la Urbanización Los Parques de Es Cubells. En el punto final de nuestro camino encontraremos una pequeña plazoleta donde dejar nuestro vehículo.
A partir de este momento, comienza un pequeño sendero de unos 800 metros que deberemos seguir a pie. Tras bordear un chalet llegaremos a la playa.