Iglesias de Ibiza

Una de las características más sorprendentes de Ibiza son sus iglesias, únicas en el mundo. Cuando se observa una fotografía de cualquier iglesia de Ibiza, inmediatamente uno es capaz de identificarla con un templo religioso de la isla. Todas destacan por su color blanco, su aspecto austero y su apariencia de fortaleza.

Las iglesias no destacan por sus ornamentaciones, ya que su construcción se debió a una necesidad más importantes: se trataba de agrupar a la población en núcleos y poder protegerlas de ataques.

La población de Ibiza siempre vivió diseminada a lo largo de toda la isla. Cada familia disponía de su finca, con un terreno donde cultivar y autoabastecerse de alimentos. Se debía trabajar la tierra y confiar en que la climatología no fuese adversa, pero era la mejor manera en que los ibicencos vivían. Sin embargo, la amenaza llegó del exterior. Los turcos, bárbaros y posteriormente los piratas ingleses, franceses y holandeses atacaron repetidamente la isla de Ibiza realizando todo tipo de saqueos.

En 1782, Manuel Abad y Lasierra se convirtió en el primer obispo de Ibiza e ideó el primer plan para urbanizar la isla. Su objetivo era proteger a la población y, a la vez, acercar la religión católica a los ibicencos. Para elló diseñó un plan erigiendo un buen número de iglesias por toda la isla, que pasó a estar dividida en parroquias. Se pretendía que los habitantes de la isla dejaran de vivir diseminados y se formaran núcleos de población alrededor de las iglesias.

La imponente fachada de la iglesia de Sant Mateu d'Aubarca
La imponente fachada de la iglesia de Sant Mateu d’Aubarca

Las iglesias de Ibiza se construyeron siguiendo las formas sencillas que presentaban entonces las casas payesas, las únicas construcciones de la isla, pero todos los templos presentan un aspecto de fortaleza. Se trataba de convertir a los templos en edificios dedicados a la oración pero que también pudiesen servir como refugio ante ataques de piratas.

iglesia sant miquel balansat
La iglesia de Sant Miquel de Balansat es, posiblemente, uno de los templos más bellos de la isla.

El plan del obispo no salió todo lo bien que se esperaba. Efectivamente, se construyeron las iglesias-fortaleza que podían albergar a la población ibicenca en caso de peligro. Sin embargo, la mayoría payeses no abandonaron sus tierras para vivir cerca de la iglesia. En la actualidad, muchas iglesias de Ibiza apenas están rodeadas de casas, como encontramos en Sant Agnès, Sant Mateu o Sant Vicent. Otros pequeños pueblos se han formado en tiempos más recientes, tras la llegada del turismo.

san agustin ibiza
Fachada principal de la iglesia de Sant Agustí

Las iglesias de Ibiza no fueron las únicas construcciones que se erigieron en la isla. Las torres de defensa, que tenían como objetivo la vigilancia de la costa y avisar a la población del interior de Ibiza en caso de presencia y ataque de los piratas.