Murallas de Ibiza

La Dalt Vila que se puede contemplar en la actualidad es el resultado de la superposición de varias ciudades a través de la historia. En primer lugar la poblaron los púnicos, que organizaron la trama urbana. Luego llegaron los romanos y bizantinos. Durante la conquista musulmana, Madina Yabisa (nombre que recibió entonces la ciudad de Ibiza) se convirtió en una populosa ciudad dotada de todas las infraestructuras de la época; de hecho, el trazado actual de callejuelas laberínticas responde a esa herencia musulmana.

El fin del periodo andalusí vino marcado por la conquista de la isla por Guillem de Montgrí, arzobispo de Tarragona, el 8 de agosto de 1235, por encargo de Jaime I el Conquistador. Además de la construcción de la actual catedral de Ibiza, los conquistadores optaron por ampliar el perímetro de la ciudad amurallada y elevar los muros con el fin de poder defenderse mejor. En 1555, por orden del emperador Felipe II, empezaron los trabajos de construcción de la muralla renacentista. La obra concluyó a finales de siglo, con sus siete baluartes.

Desde 1999, las imponentes murallas que protegen la ciudad de Ibiza están declaradas Patrimonio de la Humanidad.

dalt vila ibiza
Visitar las murallas de Dalt Vila es una actividad obligada en cualquier época del año para conocer el Patrimonio de Ibiza.

Portal de Ses Taules

Es la entrada más monumental al recinto amurallado, aunque no la única. Se encuentra en la Plaça de Sa Constitució, junto al Mercat Vell y desde él puede observarse una impresionante perspectiva de la altura del recinto hasta la catedral. El puente de obra, reformado y que data de principios del s. XX, y la puerta están coronados por el escudo y la corona imperial; a ambos lados hay estatuas humanas, réplicas originales de las que se conservan en el Museu Arqueològic.

Probablemente, se trata de una de las imágenes más características de la isla de Ibiza, y son pocos los que no se llevan un recuerdo en forma de fotografía de este lugar.