Un año más termina con la cita ineludible de la Pujada a sa Catedral, una competición que los ibizaisla.es runners no se pierden nunca. De hecho, excepto en la edición del año pasado hemos participado durante 5 años seguidos. En 2013 la inscripción ha vuelto a ser gratuita, algo lógico para una carrera de menos de 2,5 km y con un carácter muy popular, en la que una gran cantidad de participantes optan por correr disfrazados.
Por supuesto, nuestro equipo estaba convencido de no ganar la carrera ya que en esta carrera volvía, como el turrón de cada Navidad, el gran Toni Tugores. La prueba femenina la ganó Indre Barkute, aunque seguida de muy cerca por la joven Alba Juan de tan sólo 13 años. La pujada a sa Catedral también tiene una clasificación de disfraces y, aunque estaba claro que no íbamos a ganar, por lo menos nos llevamos las miradas del público porque velocidad no demostramos mucha, pero luchamos contra el frío como el que más con nuestros disfraces de escoceses. Hay que destacar que el disfraz fue totalmente improvisado y muestra de manera clara que no tenemos ni idea de coser: un par de nudos y listo.
En la salida vimos muchos disfraces muy originales y un rato mejor que los nuestros: dos lamparas que simbolizan la subida de la luz, unos chicos muy afeminados vestidos de burbujas de Freixenet, smileys del Whatspp, El Equipo A… Mi preferido se quedó sin premio, un clic de Playmobil que las tuvo que pasar canutas para completar el recorrido.
Durante todo el día, el cielo estaba muy nublado pero a la hora de la carrera el sol apareció y, como los caracoles, se asomaron por la línea de salida un gran número de atletas de todas las edades. De hecho, por la línea de meta aparecieron 614 corredores, lo que convierte a esta competición en la cuarta con mayor participación de las Pitiusas en los últimos 15 años (y la primera de Ibiza, según atletismo-ibiza).
El recorrido no varió respecto a otros años, lo cual no restó un ápice de dificultad a la prueba. Saliendo desde la Casa del Mar (junto al Casino de Ibiza) nos dirigimos hacia Dalt Vila, entrando por el Portal de Ses Taules, donde realmente empieza la parte dura de la prueba. Las cuestas y los falsos llanos se suceden y es difícil mantener el ritmo… en nuestro caso se sumaban dos pluses de dificultad: por un lado la falda de escocés dificultaba correr con comodidad y, por el otro, tener que esperar el ritmo de Jose (está puñalada va con todo el cariño del mundo).
Las peores cuestas del recorrido llegan a la altura de la Capilla de San Ciriaco donde los corredores parecen quedarse parados debido a la pendiente. Finalmente, logramos superar este punto y llegar todos juntos a la Catedral donde nos esperaba una miserable botellita de agua, algo inaceptable para nosotros y más el día de Nochevieja. Aprovechando que, por primera vez, el equipo Ibizaisla Running competía al completo hicimos nuestro último entreno del año.
Entreno de hígado, se entiende. Fuimos al que, después de ibizaisla.es, se ha convertido en nuestro segundo patrocinador: El Bar Concord. Buen bar y mejores personas. Del resto de la noche no nos acordamos mucho, pero nos quedamos con la sensación de habernoslo pasado muy bien en la carrera. Como propósito de año nuevo, nos hemos prometido entrenar más, clasificarnos mejor, sumar más puntos para el Circuito de Carreras y dejar de comer mueslis.