La mayoría de playas de Ibiza se abarrotan en verano. El buen tiempo invita a bañarse en las aguas templadas del Mediterráneo y la isla presume de un buen montón de calas donde pasar el día. Sin embargo, puede sorprender que joyas como Cala Blanca se encuentren vacías en plena temporada.
¿Cuál es el secreto? Ni más ni menos que su difícil acceso. Esta playa, que se encuentra en el este de la isla – entre Cala Llonga y Santa Eulalia – tiene un acceso tan complicado que muchos ibicencos ni siquiera han oído hablar de ella. Y todo ello a pesar de tener una extensión de más de un centenar de metros.

Una orilla de rocas
No cojas aún la toalla y el pareo. Esta playa se encuentra en estado salvaje, aquí no encontrarás ni chiringuitos ni ningún servicio. Si te gustan las playas salvajes, Cala Blanca será uno de tus lugares favoritos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la playa se ha moldeado como la naturaleza ha querido. Su orilla se encuentra llena de piedras y en ocasiones podemos encontrar restos de posidonia («algas» para los neófitos) arrastradas por la corriente.

Además, encontramos grandes rocas que han sido separadas del acantilado bajo el que se encuentra la playa. No es sencillo moverse libremente por la orilla, por lo que las personas con ganas de jugar y descansar no encontrarán aquí su lugar ideal. Y a todo ello, hay que añadir la dificultad para llegar a Cala Blanca
Cala Blanca: La playa que pudo ser… y no fue
En la costa este de Ibiza encontramos diferentes zonas turísticas muy importantes. Playa d’en Bossa, Siesta o Cala Llonga son algunos de los centros hoteleros más importantes de la isla. Esta bella playa, rodeada de pinares y montañas parecía un buen sitio para atraer a más visitantes. Hubo quien pensó que se podía repetir la misma jugada con esta playa pero, afortunadamente, hoy podemos seguir viendo esta playa en su estado ‘casi natural’.

Las máquinas accedieron a la zona y realizaron un larguísimo túnel de 100 metros bajo la montaña para acceder a la playa. Las obras quedaron paradas, pero el acceso ha quedado como la única vía sencilla para llegar a esta cala poco conocida.
¿Cómo llegar a Cala Blanca? Caminata y túnel
Esta cala se encuentra en la costa este de la isla de Ibiza, al sur de Santa Eulalia. Se puede acceder caminando desde la Urbanización Siesta o desde la Urbanización Valverde, junto a Cala Llonga.

El último tramo deberás realizar caminando por una carretera de grava en muy mal estado durante más de medio kilómetro. Al final del camino llegarás al mar, pero no a la playa. A tu derecha encontrarás, semi oculto, un túnel de cien metros que conduce hasta Cala Blanca. Mejor que mires el siguiente mapa para ver su localización.
Tal como hemos explicado, el lugar se encuentra en estado salvaje y alejado de cualquier servicio. Mejor que no acudas a la cala sin compañía.