La cala de Porroig se sitúa en la costa suroeste de la isla de Ibiza, en una bahía muy cerrada al mar y constituye un magnífico refugio para numerosas embarcaciones. Se trata de una cola muy poco conocida y poco frecuentada por turistas, por lo que una visita es totalmente recomendable si lo que buscamos es un poco de tranquilidad.
Porroig es una cala situada bajo un pequeño precipicio y su costa está en su mayor parte plagada de casetas de pescadores. Al contrario que en otras playas donde la urbanización ha hecho estragos en la belleza de la costa, estas casetas no hacen más que potenciar el encanto de esta pintoresca cala. De hecho, para muchos Porroig se trata más un puerto natural que una cala propiamente dicha. En algunos lugares está playa es conocida como Port Roig (puerto rojo), aunque no está claro si se trata del nombre original de la zona o se debe a su naturaleza como puerto y al color rojo de las paredes que rodean la playa.
Se trata de una cala donde encontraremos còdols de diferentes tamaños (rocas y guijarros), por lo que podemos aprovechar para descansar delante de las casetas de pescadores, generalmente planas y donde podremos estirar nuestras toallas sin problemas. Hay que tener en cuenta que en verano, y especialmente los fines de semana, encontraremos a muchos dueños de estas casetas, además de gran cantidad de embarcaciones en Porroig.
Si seguimos nadando hacia la derecha, o tomamos un camino que encontraremos unos 800 metros antes de llegar a Porroig, nos encontraremos con un bello rincón aún más tranquilo. Se trata de la playa de Es Cucó, totalmente recomendable.
¿Cómo llegar a Porroig?
En la carretera que une Ibiza y Sant Josep de sa Talaia encontraremos un desvío, a la altura de Cova Santa, que nos dirigirá directamente a Porroig, únicamente hay que seguir las indicaciones sin desviarse del camino.
También cabe destacar que podemos llegar a través de otras playas muy cercanas, siguiendo unos caminos que unen Porroig con la cercana cala de Es Xarco y su vecina y conocida Cala Jondal.